miércoles, 18 de agosto de 2010

El vacio infinito


El vacío infinito es una hoja en blanco en la máquina de escribir de Borges.

Es un joven graduado de prepa que mira la lista de licenciaturas.

Es el ruido de la corriente eléctrica cuando Hendrix enchufa  su guitarra.

Es un balón que viaja hacía la portería cargando la gloria y la decepción en su vuelo.

Es el instante en que se fuga el semen y se ven las cosas sin brillos ni sombras.

El vacío infinito no es la nada y puede ser el todo, uno puede ser todo siendo nada.

El problema surge cuando uno cae de arriba y decide llamarse Juan y deja de ser Pedro, Pablo ó Rodrigo.

El vacío se esfuma cuando conoces a tu mujer y miras con una mirada discreta los millones de nalgas firmes que nunca tocaras.

En el vacío infinito navegan los locos, los artistas, los colores que no tienen nombre, las calles por donde nadie pasa y las teorías antes de ser escritas.

No me digas que no soy nada, cuando lo he dejado todo por llegar hasta aquí.

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