José abandonaba sedado el consultorio. Le habían hecho -por fin, la cirugía para extraerle la muela del juicio. Le dijeron que por lo menos esa noche no podía abrir la boca , se le podía infectar la encía y entonces sí sufriría dolor del bueno. En la oficina se decía que uno de contabilidad se había muerto por una infección que le empezo en la muela.
Estacionó su coche y vio a Graciela asomarse por la ventana, no era tan tarde, apenas iban a ser las 10 de la noche, por lo general volvía del trabajo a las 9 pero no se hubiera podido esperar hasta el siguiente día, ya que el dolor era una punzada en los nervios del cuerpo.
Camino a su casa con maletín en mano y espero que VGraciela le abriera, pero eso no sucedió. Enfadado busco sus llaves y abrió por sí mismo. VGraciela era algo especial, eso ya lo sabía, desde que la conoció, pero, aquellos escotes fueron más convincentes que los consejos de todos sus amigos, familiares !y hasta familiares de la misma Graciela!, que a la entrada del templo lo veían como quién ve a un enfermo terminal.
Abrió la puerta y vio a Graciela en la cocina, traía su cara de pocos amigos, y en verdad no tenía ninguno, el había procurado presentarle a sus amistades e invitaba a sus amigos con sus novias o esposas, pero Graciela era imprudente y mala leche. Cuando Rubén su amigo de infancia llevo por fin a su esposa a conocer a Graciela, a está se le ocurrió contarle que Rubén había llevado a su amante hacía poco y que hasta le había comprado un carro nuevo. Rubén dejo de hablarle a José por algún tiempo.
José ya estaba resignado, su relación era más bien laboral, ella le cocinaba, le lavaba y cuidaba de sus hijos y el proveía el dinero. A veces cuando el vacío los apachurraba contra la cama, tenían relaciones, buscando solo la satisfacción propia y como una tregua para las peleas de cada día.
A José en realidad no le gustaba tanto su trabajo, pero desde que se caso poco a poco empezó a tomar horas extras, y cuando se podía iba los sábados. Todo con tal de no estar en la casa, con Graciela por eso le había ascendido, nadie sabe los secretos del éxito...
José con el fuerte dolor de la cirugía entro al baño a refrescarse, Graciela desesperada por seguir viendo la tele, lo esperaba resoplando enfadada. José salió del baño. – ¿Hoy no tienes hambre?- pregunto Graciela. José movió la cabeza de forma positiva -Entonces siéntate ¿Qué esperas? – José movió su cabeza negativamente. ¡Ah! Al señor no le gustan los frijoles, ¿qué esperabas? ¿Una ensalada cesar? ¿Un pato al Orange? Antes di que hay algo de comer, tus hijos tragan como descocidos, tu madre los acostumbro así, se van a poner como tus hermanas, ¡como marranos trompudos!. Pero allá ellos, no me quieren acompañar al gimnasio, pues ¡chinguense!, A Mario ya le dicen el Gino. ¿Y sabes por qué?- Marcial enfadado levantaba sus hombros- Pues no ha de ser por Italiano, salió con el nopal en la frente como los de tu familia. El Gino di merda le dicen. Y Tanita… Pobrecita nunca se ha visto los pies. Pero es tu pinche culpa, diario llevándolos a las tortas, de verdad que uno nunca sabe lo que tiene… ¡hasta que vive con él- José dio la media vuelta y enfiló hacia las escaleras, su mueca denotaba el intenso dolor y la anestesia que iba cediendo. - ¿A dónde vas? ¿Ya te vas a dormir? Quedaste de llevarme a recoger a mi mamá. !Ah no! porqué si fuera la tuya enseguida ibas, hasta en la madrugada, aunque eso me has de decir, te has de ir con el cabrón de Rubén, pero que bueno que ya lo dejó su esposa. ¿Por qué me miras con esa cara? Si no se lo decía yo se iba a enterar luego. Aparte Susy tampoco me caía bien, ¿no te fijabas como nos veía para abajo? Se creía muy copetona, ¡pinche pendeja! Si supieras lo que me dijeron en el café el otro día.- José sigió su camino por las escaleras- ¿entonces no me vas a llevar? – Graciela tomó el teléfono y marcó. ¿Mami? No, no voy a poder ir, oh pues dile a Alfredo que pase por ti, hay sí ¿Cómo no va a poder? ¿Qué a que horas se levanta? No mamá eso te dice. Está de vacaciones el baquetón, es más aca entre nos, no te quería decir pero dicen…. No le vayas a decir a nadie ¿eh?, bueno, dicen que lava dinero, ay no Mamá como crees, así se dice, que agarra dinero de los narcos y lo hace pasar por bueno. Hay mamá, hasta cuando vas a consentir a tu hijito? Por eso te dejo mi papá, porqué tu nada más nos malcriabas, bueno, pues nomás te avisaba, nos vemos mañana, salúdame a mi Tía. ¿Ahí esta Lili? No, no, no. No quiero verla ni en pintura a esa pinche vieja tranza, ¿pos no te dije que me metí a la tanda? Ah y nomás se hizo pendeja y es hora que no me paga, no, no me la pases, que bueno que no fui adiós.
José terminaba de bañarse, y salía con su toalla, Graciela terminó de ver aquella telenovela semierótica del 2, y después miró a José, -“pior” es nada se dijo para sí misma- Y decidió imitar algo visto en aquella película. Aprovechando un descuido de José se metió al baño y salió vestida con un baby doll negro. José extrañado la miro acercarse y hacerle un strip tease, Graciela se sentía en ese momento Demi Moore, aunque se parecía más a paquita la del barrio. –“pior” es nada pensó José. Graciela se acercó a sus labios pero José la apartó. -¿y ahora qué? ¿Muy digno? ¿O ya no paraguas? Ya hay pastillitas mi amor, y así andan buscando jovencitas... ¿pues qué les piensan hacer? !Ni Cosquillas!, ¡Vergüenza les debería de dar!, ¿ó ya te me hiciste putito? Nada más eso falta, al rato hasta en Laura de América vamos a salir, Mi Marido es de culo alegre.. que pasé el mariposaaaaaa. José se recostó en la cama- No te hagas pendejo, que a mi o me cumples o después no te quejes. Tantos muchachos guapos que hay en el gimnasio, pero yo si soy fiel no como la puta de Mónica ¿ya sabias que….
A la noche siguiente José le pago a la dependienta –Muchas gracias señorita- le dijo, había comprado más de 10 cajas de aquellos dulces que tanto encantaban a Graciela y que tanto daño hacían a los molares. Con suerte y pronto, un día de estos alguna de las muelas de Graciela se podriría también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario