jueves, 12 de agosto de 2010

Memorias de un joven electricista.

16 años tendría, mi padre me daba $250 pesos a la semana por hacerle su trabajo en la CFE. $250 pesos que me convertían en el más rico de mi flota. Con eso podía comprarme de vez en cuando algún levis... !original! y me alcanzaba para cooperar para las caguamas que nunca faltaron en la prepa.


Me levantaba 15 minutos antes de 8:00, me medio peinaba y me lanzaba en el camión a esperar a mi papá afuera de la sucursal, Por su cara podía intuir si el trabajo iba a ser fácil o complicado aunque, casi nunca duraba más de dos horas en hacerlo. El trabajo de campo consistía en varias actividades; unos días, era repartir los recibos bimestrales de luz,(unos 500 en promedio) siendo el verdadero trabajo; aguantar toda clase de improperios que la gente me decía al pasar, por culpa de la benemérita compañía de luz, qué se las dejaba caer cada dos meses. como autoprotección me ponía de su lado, les decía que los dirigentes eran unos rateros (cosa en la cual no mentía) y que yo solo le estaba ayudando a un cabrón que me pagaba una miseria, que yo también pagaba luz (lo cual no era cierto) y tenía que aguantarle las caras a las secretarias mal cogidas que no daban ninguna razón de las tarifas tan elevadas ni del pésimo servicio. A veces, porque tenía tarea ó había otros asuntos de extrema importancia como, alguna fiesta de los del turno matutino ó simplemente el cansancio normal de cualquier alcoholescente chaquetero (a como me ha gustado dormir siempre, supongo que he reencarnado muchas veces porqué que nací muy, muy cansado.) Me devolvía a mi cama y dejaba la dotación de recibos en los cajones donde guardaba mis calzones. Algunos días se me llegaron a juntar 3 o 4 dotaciones y tenía que hacerlos un día antes de que se vencieran !en un solo día! A veces bajo promesa de comprar un cartón de cerveza (que nunca les pague je je je saludos Ever, Yoda, Simi, Adán, Ramón, Nariz, Benito...) y acabábamos el trabajo retrasado en solo media hora.

Los recibos son de un grueso papel que permite planear, y con la práctica recuerdo que era muy fácil aventar los recibos bajo la puerta y asustar a los perros o desde afuera y entre las rendijas del cancel atinarle al cesto de basura o a los charcos adrede. También otros días uno tenía que capturar la lectura de la luz, -ponle menos mijo- me decían las señoras que comían menudo. Con el tiempo fue el trabajo que más odie, ya que había colonias donde todas las casas tenían cancel y uno tenía que esperarse a que le abrieran o aventurarse hacía dentro de la casa y rezar porque no le saliera a uno un perro grande. Recuerdo en una ocasión que yo oyendo mis audífonos quizás algún disco de los Caifanes o de Cuca, abrí un cancel y me metí hasta el fondo donde estaba el medidor de lux, calcule en los relojitos el enojo que en una semana iba a tener el jefe de familia y de repente empiece a sentir una mirada extraña sobre mí, volteé y a unos metros de mí, un cabroncísimo mastín Napolitano de 1 tonelada quizás, me mira como el alcohólico afuera de la vinatería. No me acuerdo haberme zurrado del susto, pero debería de haberlo hecho. la bestia bloqueándome la puerta con la baba escurriendo de su gigantesco hocico infectado de rabia (decían de esa raza de perros, que los usaban para putearze con leones en los coliseos romanos) Toque la puerta, sin dejar de rezar entre dientes, nadie respondió, el perro se acerco gruñendo, nadie en la calle para pedirle auxilio, me tape las partes nobles (de esto viviré , pensé) aunque si me hubiera prendido hubiera podido comer todo el año él y todos los perros de la cuadra, viril y criadillas marca legas. El perro a punto de llegar a mi, lo empiezo a oler, huele a carne, a sangre, y yo sin nada con que pegarle, con que trabarle la mandíbula. Por los nervios empiezo a chiflar "Al perrito le duele la muela de Cri Cri, el perro cambia algo en sus ojos se humaniza creo yo… quizás José Gabilondo Soler reencarnó en dogo y me la fió, sin embargo el perro no deja de acercarse, descubro que Cri Cri lo pone nostálgico y sigo chiflando y hasta le canto: Al perrito le duele la muela ... y el cabrón perro en vez de hacerme el coro, se abraza sobre mi pantalón levis 560 color gris y le hace el amor a mi pierna, y hasta se encabrona si dejo de chiflarle, así que repito 5 veces la canción. Al final se va a su rincón y se echa y ni un besito de gratitud me da el pinche perro, ni siquiera una llamadita por teléfono...

Como odio los ladridos de los perros desde aquellos días y a la gente. La gente que no comprende que es un puto trabajo, que a mi papá le pagaban muy poco y a mí me daba el mínimo. Un día repartiendo recibos me topo con una casa con cancel, no tiene buzón y obviamente tengo que aventar el recibo a la cochera, un anciano llega a hacérmela de pedo, que por eso los recibos se pierden y que esta por llover que porque no toco a la puerta, le explico que si tocara la puerta de los más de 700 recibos que llevo, acabaría en dos días, el me dice que le vale madres yo le digo que me vale tres veces madres que al le valga madre, me mienta la madre y yo le miento su difunta madre, en eso sale entonces de la casa su hijo, por lo menos 40 años alto, me avienta, lo aviento, me dice que me va a partir la madre y yo que si algo me da más miedo que los golpes es la humillación me planto y le digo…!a la hora que quieras Puto! temblando como lavadora y rezando porque de pura cajeta pase mi tío Alfredo con alguna cuadrilla o mejor aún mi tío Memo (a ese si le gustan los putazos), pero no pasa nadie, empiezan a salir más vecinos que me quieren asesinar parece que le acabo de mentar su madre al patriarca de la cuadra. En eso un camión se detiene a unos metros y lo abordo cobardemente ante la burla de todos los cabrones. Debería de ir ahora seguramente el puto tendrá 55 ahora si será más justo o por lo menos pasar y romperle unos vidrios de su puta casa, de seguro todavía no tiene buzón.

En los días en que tocaba cortar la luz uno llegaba a sacar 200 ó 300 pesos, y eso que yo no les pedía, solo les decía vaya a pagarla y al rato paso y me enseña su recibo y solitos me daban 20 o 30 pesitos. Una mañana llego temprano, -los primeros 30 pesos del día-, pienso. Toco, una cara se asoma desde la ventana de arriba, -señora, ¿tiene su recibo de luz pagado? – No joven espéreme- Lo de siempre; el recibo nunca les llego, apenas iban a ir a pagarlo, la crisis, una enfermedad, un entierro, acaban de llegar de vacaciones, ya me sé todos los pretextos etc. Alisto mis pinzas para cortar el sello, en eso abre la puerta una de las mujeres más hermosas que he visto, de unos 28 años, morena estilo la Bellucci, pero joven. Aparte trae un short y una playera al ombligo. Me sonríe me dice que no ha tenido dinero, que le dé chance. Hay algo sensual en su sonrisa, que me da a entender que no tiene dinero pero que me puede ir bien. Me ofrece un vaso de agua, volteo al cielo y le digo a Dios venga a nosotros tu reino, le digo a la morena- ¿podría usar tu baño? A ver si pega, para ver si no solo me va a ofrecer agua. Ella la cierra a mis espaldas, -seguramente vive sola – pienso- ya chingaste Carlitos, no te la van a creer- tiene unas piernas hermosas todo en ella es hermosa aparte de sensual. El baño está al fondo en el cuarto- me dice- y creo notar un guiño de ojos, abre la puerta de su habitación y de repente veo su cama, una cama matrimonial con el inconveniente de que el esposo y dos pequeños hijos duermen en ella. Hago como que orino y salgo hecho la chingada de puntitas. Más tarde por la calle pasa la mujer de la mano de su esposo y me sonríen me agradecen, me siento muy apenado. Maldito Ron jeremy, malditas películas porno.

A veces todavía sueño que tengo una dotación en mi cajón y que la fecha de vencimiento es la siguiente mañana, que tengo que ir a repartirla a alguna colonia de la periferia poblada por cholos de cabeza rapada y de noche. A cómo voy en la vida, seguramente lo terminare haciendo, seré uno de esos que lo primero que hacen al levantarse es maldecir su trabajo y se apresuran a llegar antes de las 8:00 en punto, ojalá y tenga un hijo que me haga el trabajo.

1 comentario:

Unknown dijo...

Hola C L,

Me gusto y me hizó reir, es bastante divertido imaginarte en esas situaciones...

Sobre todo en la del perro, cuidate mucho y hasta pronto.